GUERRA EN EL VATICANO No 4 : UN PERU PARA EL PAPA - EFEMÉRIDES

UN PERÚ PARA EL PAPA

Está confirmado. Su Santidad, Juan Pablo II visitara nuestro país  a comienzos del año próximo. Estamos, pues,  a unos sietes meses  de su muy  grata  presencia entre nosotros. Pero,  amigos lectores, ¿se han puesto ustedes a pensar qué Perú encontrará el Papa?

Chozno de la francesa

Juan Pablo II hallará  un estado que “es el  vivo retrato “como dicen las abuelas, de la revolución  francesa. Por supuesto esto es una exageración, pero la exageración  es la mentira  de los veraces. Y la verdad es que el Perú   ya no es confesional,  como antaño lo fue por convicción  o tradición. Ahora n nuestra carta  Magna  se refiere la Iglesia  Católica en su art. 86con esta frase dudosa: “Le presta  su colaboración”.

Y solo en mérito  de reconocerla como “elemento importante  en la formación  histórica,  cultural y moral  del Perú”. Cambio en el equipo peruano: sale la teología y  entra la Sociología. Ni en los tiempos de la independencia, inmediatos a la sacudida gala, se había llegado  a tanto.

“La Religión  Católica, Apostólica y Romana,  es la religión  del estado” decía el Estatuto Provisional expedido por San Martin  en 1821. Y se  ofrecía castigar  a quien la atacara exigiéndose, además,  que los funcionarios  públicos  tuvieran la Religión  del Estado. La  confesionalidad  era muy importante porque marcaba  una pauta orientadora sobre la obligatoriedad  de las  leyes  con fundamento ético- religioso.

Y esto se mantuvo en las cartas  de 1823, 1826 o Vitalicia, 1834, 1837 o de la confederación  Peruano – Bolivia, 1839 o  de  Huancayo, 1856 pese a ser liberal, 1860, 1867 y 1920,.En la de 1933 se dejó sentir la influencia  masónico- laicista. El estado  protegía  a la Iglesia  Católica “respetando  los sentimientos  de la mayoría”. Ya no había religión oficial.

Lo dispuesto actualmente es doloroso,  pero no creemos  que sorprenda  al Santo Padre, considerando que la política vaticana pos- conciliar quiere precisamente esto,  a fin de facilitar – se dice- el acercamiento  con los “hermanos separados”, absurdo que respetamos pero no podemos  lamentablemente  compartir. Se, diría, con razón, que en este punto  somos más  papista  que el Papa.

República Jacobina

Reincidiendo  en el ejemplo  de la francesa,  de la revolución,  se entiende, nuestra constitución  (a) “La apresurada”, porque se preparó  a saltos de canguro, declara en su numeral  81 que “el poder emana  del pueblo”.

Esto si le va a llamar  la atención  a Juan Pablo II. Porque la Iglesia continua  sosteniendo, con absoluta razón,  que todo poder emanar  de Dios. (“No tendrías poder alguno  sobre mí  si no te fuera dado de lo alto” juan, 19,11). Así  lo sostuvo con brillo  nuestro Bartolomé  Herrera  durante  la centuria  decimonónica. Y lo reiteraron  León XIII y San Pio X: “Con esta elección  se designa  el gobernante, pero no se le confieren  los derechos del poder. Ni se entrega  el poder  como un mandato, sino que se establece  la persona que lo ha de ejercer”. Así  los pueblos ejercen  la  facultad  de elección  o acatamiento,  pero el origen  del poder  ya es otra cosa, La constitución  contradice este dogma  de fe.

Entre ¡vivas! Y ¡mueras!

No, al Papa todos lo aplaudían. Nos referimos  a las circunstancias de su visita,  en pleno proceso  electoral. Normalmente escuchará el alboroto de nuestras campañas políticas, O también  normalmente quizá ¿Quién puede adivinar  el futuro? No oirá  nada  de eso… sino  un ¡Presente, armas!

Pero en cualquier caso  será conveniente  que el Papa conozca  el último  pronunciamiento  de nuestros obispos sobre política, cuando en 1971 propusieron un “ camino propio  hacia una sociedad  socialista  con  contenido humanista  y cristiano”. Juan Pablo II ha sido  contrario, lo  es,  a semejante “compromiso”. Recordamos sus palabras de México: “Sois sacerdotes  y religiosos; no sois dirigentes sociales, líderes políticos o funcionarios  de un poder temporal”. Su visita a Lima  ha de servir, estamos seguros, para esclarecer conceptos y evitar  afirmaciones  monstruosas  como esta de un socialismo cristiano. Delicada tarea la de Su Santidad en momentos  propicios  para el triunfo  de partidos marxistas. En España se postergo su visita  hasta pasada las elecciones  y triunfo  el socialismo. En el Perú la visita será  antes de los sufragios. ¿Quién triunfará?

Teología del petardo

En nuestro país  el Papa hallara el epicentro  del terremoto, vale decir de la teología de la liberación, con el influyente  padre Gutiérrez. Hay pronunciamientos  recientes en contra  de esta tendencia, pero ella está vigente.

 Un segmento del clero ha caído  en el boliche  rojizo  y cree firmemente en el análisis marxista, según el cual el hombre  es el resultado  de las estructura. Para estos teólogos  marxistas  no hay ya hombre pecador sino estructuras  de pecado, vale decir pecado social. Esto conduce  por conductos muy claros  a la teología  de la violencia y,  en último caso, a una no confesa teología  del petardo  de Su Santidad  hallara  probablemente  en aplicación  durante  su recorrido por el territorio  nacional.

¡Cuatro toneladas de píldoras!

Cuando Juan Pablo II  descienda de la nave  en el aeropuerto  de Lima  y bese  esta tierra  de Santa  Rosa y San Martin  de Porres,  el gobierno estará culminando  un gran programa estatal  de control  de natalidad ,  financiado por los Estados Unidos a través  de la AID o Agencia  para el desarrollo  sobre el cual  ya nos hemos pronunciado  radicalmente(Edición  N* 475) porque, entre otras cosas, es anticonstitucional, como también y principalmente, anticatólico. Recientemente el Papa ha dicho:”

 La Iglesia condena como  una grave  ofensa contra la humanidad  y justicia  todas las  actividades  de los gobiernos  u otras autoridades  que intentan  limitar  en cualquier forma  la libertad de las parejas para decidir sobre los hijos. La distribución  de los anticonceptivos  a los jóvenes viola  la noción  de  paternidad  responsable y la planificación  familiar”. Podría  ocurrir  que el Ministerio  de Salud  suspendiera  el programa  con motivo de la  visita del Papa, para reanudarlo  después, porque es una exigencia  de la AID que facilita  la ayuda financiera. Y si no es una exigencia, tanto peor, porque  entonces toda  la responsabilidad  del programa  recaería  sobre el Gobierno  de Perú.

¡Vámonos a Reno!

Aquí hace desgraciadamente  muchos años  que impera el divorcio. Pero nuestros legisladores están con unas ganas  tremendas  de llevarnos  a Reno,  donde la gente se  casa y se descasa en cuestión de minutos. Vistiendo este  despropósito divorcista  con muy discutibles  argumentos,  se ha intentado ampliar  en el Perú  las ya numerosas causales  de divorcio.  Felizmente en este aspecto, despertando de un peligroso  letargo, nuestra Jerarquía ha asumido  una enfática  actitud, que se convertiría  en enérgica  ¡ojala! Si se excomulgara a quienes pretenden semejante inmoralidad. Su Santidad  sentirá en sus manos  besos piadosos de gente  compungida que ha cambiado una, dos, tres  y hasta  cuatro  veces de pareja,  sin duda porque ningún cónyuge les acomoda … Y así  Juan Pablo II advertirá las causas  de la crisis  familiar  en el Perú.  

Visita a Coquilandia

Con seguridad  que el jefe  de la Iglesia  Católica  tendrá ya en mente  que viene a la meca de la coca. Porque Coquilandia  está en el Perú. Sí, sí, ya… en Colombia se procesa  la droga, como no…pero aquí se produce  la coca.  Esta planta peruana produce también  otras cosas  como los  coca dólares y por  una misteriosa  conducción  política  no hay forma  de acabar con semejante  fuente  de desgracias y divisas. Un buen  palmazo papal en los glúteos de nuestros gobernantes  sería muy beneficioso para la salud moral y física de millones de seres humanos. Karol Wojtyla es carismático  y de afable  expresión, pero cuando  es necesario  resulta un enérgico  defensor  de la moral cristiana.  Pues bien, aquí tendrá que ser  un bravo defensor  de sus ovejas  contra las fieras  infiltradas  en el rebaño.

Esperamos su palabra

Sí, la esperamos  con la ansiedad, para que esclarezca la situación  de arzobispo  Marcel Lefebvre y explique  cómo durante  su pontificado  ha pedido respeto  hacia  el tradicionalismo y nunca ha manifestado condena, censura o mala  disposición  ante la obra de monseñor Lefebvre. Juan Pablo II confirmará que la misa tradicional, tridentina, canonizada por San Pio X, está vigente, que la masonería continua reprobada por la Iglesia, pese a la nueva redacción del Código  Canónico, que la condenación al materialismo  histórico  está en pie  por oponerse a la doctrina  católica y que  el Vaticano II debe de ser  considerado  a la luz  de la tradición.

El clero rebelde, que ha desoído  el llamamiento  del Papa  para vestir  nuevamente los hábitos  sacerdotales, lucirá – queremos creerlo- la clásica  sotana en vez del saco- pantalón  protestante  o la facha  proletaria. Quizá el sastre de Breña  que vestía  a nuestros obispos, volverá a tener  trabajo. Porque  el hábito  también  hace al monje  y a las monjas. Entre los muchos  beneficios de la visita  papal  estas formalidades  tendrán  su importancia. Como la tendrá  y en alto  grado  el espíritu  religioso  del pueblo  del Perú.